El calendario electoral de 2019 no comenzó bien para la Casa Rosada.
La primera provincia en ir a las urnas fue La Pampa, donde este domingo se disputaron las PASO y los números fueron lapidarios para el candidato macrista.
Carlos Mac Allister, "el Colorado", era el representante del PRO en la interna de Cambiemos de cara a disputar la gobernación de la provincia, y a pesar de haber contado con el apoyo económico y político de todo el arco macrista, el radical Daniel Kroneberger le sacó 30 puntos de ventaja.
Tras conocerse los resultados, las excusas de Mac Allister para asumir su derrota fueron variadas. Desde quejarse por la unidad sellada por el resto de las líneas internas de Cambiemos en apoyo al candidato radical hasta reconocer que la imagen de Mauricio Macri, lejos de traccionar, hoy hunde.
"Los que estamos más cerca de Macri podemos tener una situación un poquito más complicada" aseveró el Colorado.
La derrota de Mac Allister es un mal augurio para aquellos candidatos que son claramente identificados con el macrismo, y preocupa de sobre manera a quienes están ligados de manera directa al gobierno nacional, como es el caso del Subsecretario de Gestión Municipal de la Nación, Lucas Delfino, quien pretende disputar nuevamente una elección municipal en Hurlingham.
Mac Allister fue hasta hace un tiempo, funcionario nacional también, ocupando el sillón principal de la Secretaría de Deportes. Luego, fue el elegido del macrismo para representar al PRO en la interna de Cambiemos en La Pampa, donde los radicales se animaron a poner la carne al asador contra sus socios políticos y fueron a las urnas con un candidato propio que además se caracterizó por no ser muy obediente al gobierno nacional. Incluso, el ganador de la puja reconoció que hubo un voto castigo a Mauricio Macri, aunque no le restó méritos a la militancia del radicalismo.
Kroneberger arrasó con el 65% de los votos y se enfrentará al justicialista Sergio Ziliotto en la contienda del 19 de mayo.
La imagen de Mauricio Macri sufre una caída pronunciada en su imagen que se refleja en todo el país, pero es más marcada en el Conurbano bonaerense donde su techo es muy bajo.
Esta situación preocupa a los candidatos del PRO que podrían ser arrastrados por la ola negativa, a la inversa de lo que sucedió en 2015 cuando muchos de ellos, casi ignotos para los ciudadanos de sus distritos, terminaron encumbrados gracias al arrastre de la boleta de Cambiemos.
Precisamente esa debacle es la que pretendía evitar la propia María Eugenia Vidal cuando intentó desdoblar las elecciones en territorio bonaerense pero fue emplazada por el gobierno Nacional, con Marcos Peña a la cabeza, a sellar su suerte a la de Macri yendo a las urnas en la misma fecha.
Los resultados de La Pampa encienden nuevamente las alarmas y los candidatos distritales del PRO ven muy difícil el futuro electoral, no sólo por lo que suceda en la general, sino incluso porque el triunfo del candidato radical envalentona a la UCR que peleará por imponer sus propios nombres en cada lugar donde se dispute una elección, con lo cual, ya son muchos los que temen perder incluso en la instancia de las internas.
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